Estuvo secuestrado en ESMA desde agosto de 1979 hasta diciembre de 1983.
Después de una etapa inicial de tortura e interrogatorios común a todos los secuestrados y de seis meses en que permaneció exclusivamente en "Capucha" comenzó a realizar trabajo esclavo en el área de documentación sacando fotografías a los integrantes de las fuerzas de seguridad para confeccionar documentos falsos. Corriendo un serio riesgo, pudo preservar los negativos de las fotografías que los marinos habían sacado a algunos secuestrados durante su cautiverio en ESMA, salvandolos asi de la destrucción ya que estaban en bolsas listas para ser quemadas. Hasta el día de hoy, esas imágenes son utilizadas como pruebas judiciales ya que dan cuenta de que esas personas estuvieron allí.