Estuvo secuestrada en la ESMA desde junio de 1976 hasta 1979. Después de una etapa inicial de tortura e interrogatorios común a todos los secuestrados, fue obligada a realizar diversos trabajos esclavos en el Sótano, en el “Dorado” y en “Pecera”. Durmió en “Capucha” y en el sótano hasta que la mudaron a una habitación del 3º piso por estar embarazada. Da a luz en marzo de 1977 en el Hospital Naval luego de complicaciones que no pudieron resolverse en la enfermería del sótano de la ESMA. Marta y su hijo comparten 3 meses en la ESMA hasta que el niño es entregado a su abuela. Luego, Marta es obligada a trabajar en Cancillería en la época del Mundial y en la empresa Chroma, perteneciente a algunos integrantes de la Marina donde realizaban filmaciones publicitarias, hasta enero de 1984. En ambos trabajos se debía reportar periódicamente a Oficiales de la Marina que vigilaban su actividad.